Sobre el Poncho

sábado, 11 de agosto de 2018 00:00
sábado, 11 de agosto de 2018 00:00

Como se sigue creando mucha división y agresiones innecesarias, deseo expresar lo siguiente: NO TODO ES BLANCO O NEGRO, UNA COSA NO QUITA LA OTRA. 
Así como sería bueno un mayor diálogo en la tarea de las reformas o búsqueda de avances en materia legislativa, sin saltar necesariamente de un extremo a otro provocando una mayor fisura en la sociedad (pareciera que se es abortista o anti, que se está en la búsqueda de una mayor seguridad o que se pretende que la inseguridad es sólo una sensación, etc.), en algo más de entrecasa para los catamarqueños, pareciera que, por algunos, se quiere dejar plasmada la idea de que se está a favor o en contra del “Poncho”, cuando de lo que se trata es que siempre van a existir voces u opiniones encontradas o disímiles en lo que hace a su organización. Lo importante es que medie buena fe, razonabilidad y saberse escuchar y aceptar cuando hay una idea superadora (ello enaltece y edifica). 
Sí, ahora es el momento de hablar del Poncho (como reclaman algunos), pero no para agredirse, para personalizar situaciones, para intentar ridiculizarse mutuamente, sino para diseñar una mejor organización para el julio que viene y los que le siguen. 
Pero antes también se hacía necesario opinar, intervenir, cuando para muchos o la gran mayoría la cosa no venía bien barajada con el sistema de selección adoptado, sistema que permitió estar arriba de un escenario a algún número que jamás debió estar por evidente ausencia de condiciones mínimas y de repertorio adecuado si la selección se hacía a conciencia por gente idónea, analizando antecedentes. 
Por suerte, no se cumplió con el anuncio de que solamente estarían en ese escenario los cuarenta números elegidos por aquel sistema (a mi criterio, totalmente inadecuado) y hubo una apertura que permitió la actuación de importantes referentes del canto catamarqueño (aunque quedaron afuera muchos otros que podrían haber estado). 
En fin, importante sería no esperar que se acerque la nueva edición para motorizar las mejoras que se hacen necesarias (como la que motivó la presentación de sendos proyectos legislativos), es decir, definir con tiempo cuál es el mecanismo que se deberá respetar para la selección y quiénes los responsables de llevarla a cabo. 
En otro aspecto, sigo siendo de la opinión de que se debe evitar consumir prácticamente todo el presupuesto en muchos “nacionales” repetidos (como fue en la edición anterior) y superlativamente caros (dejando las migajas para importantes referentes locales), cuando se puede lograr (como creo que quedó demostrado en algunas noches de la última edición) que con un solo número convocante de cierre se puede lograr una buena concurrencia. 
Pero, eso sí, estoy convencido de que no se puede pretender desarrollar el Festival solo con los locales. Además, es posiblemente la única oportunidad para mucha gente de poder disfrutar en vivo de artistas admirados, como la tuvimos quienes tenemos algunos años con un Hernán Figueroa Reyes, un Daniel Toro, Los de Salta y Los Tucu Tucu en sus mejores momentos (solo por mencionar algunos). 
Por último, nunca debemos apostar al fracaso de la fiesta (más allá de cualquier circunstancia o persona) ni intentar construir sobre el fracaso o el error ajeno, sino poner cada uno de los que del tema entiendan lo mejor de sí para mejorar hacia el futuro. La eventual necesidad de recambio de personas no es tema que me competa. 
Mi respeto a todos.

Jorge Avellaneda
Abogado
Exjuez Civil

 

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