Correo y opinión

Gallardo sabe...

miércoles, 24 de abril de 2019 00:25
miércoles, 24 de abril de 2019 00:25

Marcelo Gallardo explicó en una entrevista concedida a la Conmebol que “la mejor medicina” a un triunfo es una derrota. Ese “antídoto” le permitió cosechar nueve títulos desde su asunción como entrenador de River Plate, en junio de 2014.
River convive con las mieles del éxito y la decepción permanentemente, como cualquier equipo, pero a diferencia de sus competidores se fortaleció en la caída y siempre resurgió en el momento justo, en el mano a mano, cuando un título estuvo en juego. De 53 desafíos directos, el River del “Muñeco” Gallardo ganó 43 y perdió 10.
La historia indica que recurrió al primer antídoto el 27 de noviembre de 2014 cuando venció a Boca en el Monumental por 1 a 0 con el recordado gol de Leonardo Pisculichi y la atajada inolvidable de Marcelo Barovero ante Emmanuel Gigliotti, en un penal que pudo haber cambiado el curso de la historia.


Aquella victoria por semifinales de Copa Sudamericana, primer éxito de Gallardo como entrenador, sucedió a una derrota con Racing en el Cilindro por 1 a 0 en la pelea por el torneo local que finalmente se adjudicó el club de Avellaneda.


El inicio de 2015, un año cargado de títulos para River, no comenzó bien con la goleada abultada ante Boca en Mendoza por 5 a 0 en un amistoso disputado el 31 de enero. A pesar del contexto de ese clásico, se generó ruido en el mundo riverplatense, pero se disipó rápidamente con la conquista de la Recopa Sudamericana ante San Lorenzo.


Los cuartos de final de la Copa Libertadores 2015 se iniciaron con una caída dolorosa ante Cruzeiro de Brasil en Núñez semanas después del incidente del gas pimienta en La Bombonera. Esa bronca se canalizó mediante la goleada 3 a 0 en la casa de una verdadera “bestia negra” para River en definiciones internacionales.


El 11 de diciembre de 2016, River perdió 4 a 2 con Boca en el Monumental por el campeonato local, pero tres días después alzó su primera Copa Argentina con una definición vibrante frente a Rosario Central por 4 a 3 con los errores del arquero juvenil Augusto Batalla incluidos.


El cierre de 2017 resultó decoroso gracias a la obtención de la Copa Argentina, por segunda ocasión consecutiva, en la final ante Atlético Tucumán del 9 de diciembre, una fecha que quedó marcada a fuego un año después.


De esa manera, River amortiguó la eliminación en semifinales de Libertadores ante Lanús (con el debut del VAR) del 31 de octubre y la caída ante Boca por 2 a 1 en el Monumental del 5 de noviembre por campeonato local.


El “Millonario” logró que 2018 fuese su mejor año en el ciclo Gallardo a pesar de las vacilaciones tempranas. El 14 de marzo venció a Boca en Mendoza y conquistó la Supercopa Argentina. “Jugamos mal dos meses como parte de la estrategia para que Boca no supiera que íbamos a hacer”, fue la ingeniosa frase de Gallardo luego de la victoria resonante que devino en el inicio de la recuperación.


La Superfinal ante Boca por Copa Libertadores significó el clímax. Siempre estuvo en desventaja en el marcador, sufrió la pérdida de localía por los incidentes en la previa de la revancha y en Madrid, con ambas parcialidades y sin Gallardo en el banco de los suplentes, venció a Boca por 3 a 1 con la corrida imborrable y tantas veces festejada del “Pity” Martínez para el tercer gol.
“El que cree que gana siempre no existe. Es una irrealidad. Cuando tenes una gran victoria, disfrutala porque puede venir una gran derrota”, agregó Gallardo en la publicación de la Conmebol. Es el creador del antídoto eficaz para un River que mantiene el equilibro entre la línea delgada que separa las victorias de las derrotas.

100%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias