Por Mariano Fredes

En las últimas semanas fueron incorporados al sistema de Salud Pública catamarqueño varios profesionales médicos oriundos de Venezuela, designados en distintas localidades de nuestra provincia. 

Esta situación suscitó comentarios de diversa índole, ya que mientras unos celebran el refuerzo de la planta de médicos, otros oponen cuestionamientos.

Para entender un poco el porqué de este fenómeno de inmigración de venezolanos, tenemos que saber que desde hace unos dos años aproximadamente, llegaron aproximadamente unos 150.000 venezolanos a la Argentina. 

Entre ellos, arribaron a nuestra Patria ingenieros, contadores, médicos y otros profesionales capacitados. Para ellos pueden llegar a pasar unos tres meses hasta que consiguen un trabajo formal y registrado en nuestro país, pero no siempre lo logran en el campo específico de su profesión. Las condiciones para incorporarse al mercado laboral las encuentran principalmente en el interior del país. 

La necesidad los lleva a veces a buscar trabajos alejados de su oficio o conocimiento, distintos a los que tenían o a la carrera que hayan desarrollado en el país caribeño.

Hay ingenieros o doctores trabajando de meseros, y otros profesionales dedicados a choferes o limpieza de casas de familia, tareas por cierto muy dignas y respetables, pero diferentes a sus expectativas originales.

Otro matiz surge con algunos profesionales que se incorporaron y mejoraron sustancialmente sus posibilidades de crecimiento económico. En distintas entrevistas en medios nacionales, hubo quienes contaron que, de cobrar 10 dólares mensuales en Venezuela, pasaron cobrar 1.000 dólares en Argentina.

Toda esta situación generó malestar en nuestros profesionales locales. En algunos casos sus reclamos son porque no le dan el trabajo a la gente del lugar -en este caso, catamarqueños-, aunque en otros casos dijeron que a los profesionales catamarqueños no les interesaba radicarse en el interior profundo de nuestra provincia para desarrollar la actividad de la que viven y para la cual se prepararon.

En mi opinión, creo que es bastante importante priorizar el desarrollo de nuestra provincia con recursos humanos locales, pero no siempre existe la disponibilidad de estos recursos humanos para cubrir los cargos demandados en el interior.

Tampoco podemos dejar de lado que nuestra Argentina está inmersa también en una crisis, política, económica y social. En donde se perdieron y se pierden, cientos de puestos de trabajo y que las ofertas laborales no nos sobran. En Catamarca todos los meses más personas se quedan sin su fuente laboral por el cierre de industrias, comercios, etc.

Al margen de darle la posibilidad a profesionales o no profesionales de Venezuela, tenemos que ayudar también a nuestros comprovincianos que se están quedando si su fuente laboral.