Columna de opinión del CPN Germán Vittore

Submarino Amarillo

Rumbo a las profundidades de la recesión, crisis social y oscuro futuro.
domingo, 7 de abril de 2019 02:15
domingo, 7 de abril de 2019 02:15

“We all live in a yellow submarine, yellow submarine, yellow submarine”

“Todos vivimos en un submarino amarillo, submarino amarillo, submarino amarillo” reza el estribillo de la popular canción de “The Beatles”, escrita por Paul McCartney en 1966. Estribillo que nos servirá como metáfora para explicar cómo el Gobierno de la revolución de la alegría y de los globos amarillos llenó, con una batería de medidas de política económica neoliberales, los compartimentos de proa y popa del “submarino amarillo Pro”; que nos han sumergido a lo más profundo de la recesión económica, crisis social y condicionalidad de un mejor futuro para todos.

 

“Todos vivimos (hoy), en un submarino amarillo (Pro)”

El “submarino amarillo Pro” en el cual todos vivimos desde el 2015, gracias al voto de una pequeña mayoría en gran parte estafada con mentiras y falsas promesas, ya se encuentra en las abismales profundidades y dentro de límites de resistencia de la presión del agua (del modelo económico implementado) sobre el casco (la economía real y las posibilidades de seguir subsistiendo dignamente de decenas de millones de compatriotas).

Desde dichas profundidades; todos los días brotan y salen a la superficie, informaciones y datos concisos, incontrastables e irrefutables que denotan con crudeza la lamentable realidad económica y social que sufrimos todos (más allá de la intensidad con la cual la padezca cada uno). Son los “desperdicios” (resultados) arrojados (producidos) por los mejores “marineros” de los últimos 50 años, donde ¡sólo en el 2018!: 

* 3.000.000 de personas fueron arrojadas a la pobreza;
* el Salario real, de todos, perdió un 17 % de poder adquisitivo;
* se dilapidaron 190.000 puestos de trabajo formales (de los cuales 2.000 fueron de comprovincianos catamarqueños y la desocupación creció del 7,2 % al 9,1 %);
* nuestro P.B.I. cayó 2,6 %;
* la Capacidad instalada industrial utilizada se desplomó al 56,6 % (peor aún que los deplorables niveles obtenidos en la gran crisis del 2002);
* 9.500 Pymes bajaron sus persianas (se estima que ¡25 Pymes cierran diariamente!);
* la Industria y la Construcción cayeron el 10,8 % y el 15,7 % respectivamente;
* Etc., etc., etc.
Podría seguir con más información sobre cómo cae estrepitosamente el consumo de alimentos básicos; cómo, sólo en este 2019, vencen 60.000.000.000 de dólares de capital e intereses (¡el 80 % son por deudas contraídas por este Gobierno en sólo 3 años!); cómo cerraron más de 28.000 kioscos (y peligran 10.000 más); cómo entran en crisis grandes empresas (Peugeot suspendió a 2.000 trabajadores; Metalpar, la carrocería más grande del País, cerró sus puertas despidiendo a 600 trabajadores; la embotelladora de Coca Cola entró en crisis; etc.); etc., etc., etc. 

Como verán los “desperdicios” del “Submarino amarillo Pro” emergen, se esparcen al azar flotando a la deriva en la superficie del mar, provocando un gran manchón oscuro; que sólo un ciego no pude ver (ya que hoy, hasta es fácil de percibir; ¡desde los satélites!). 
 
“Sumergirse y emerger”
Los submarinos para “sumergirse” abren, y llenan completamente de agua, los depósitos de proa y popa; y para “emerger”, la expulsan con aire a presión.

¿Con qué llenó, este Gobierno de los globos amarillos, los compartimentos del “submarino Pro” para sumergirnos en esta cruenta recesión económica y catástrofe social que estamos sufriendo? 

Los llenó, de libertinaje económico y de redistribución regresiva del ingreso, realizando:
* descontrolada y monumental “devaluación de nuestra moneda”, que provocó una escalada desenfrenada de la “inflación” (que licúo fuertemente el salario real de toda la población)
* perniciosa y recesiva “timba financiera” (tanto local como extranjera)
* propiciada y marcada “dolarización de nuestra economía” (de alimentos, combustibles y servicios básicos esenciales)
* desenfrenado y exponencial “endeudamiento externo” (opresor y confiscatorio)
* indiscriminada e irresponsable “apertura importadora” (deficitaria de la balanza comercial y asesina de la industria nacional)
* permitida y obscena “fuga de divisas” (flagrante y desfalcadora)
* cruentos y prohibitivos “ajustes” (impuestos por el F.M.I.)
* nefastas “reformas previsionales” e indignantes “techo a las paritarias”
* etc., etc., etc. (continúen Uds. si lo desean)

Ahora. Si comprendemos como llenó los compartimentos este Gobierno para sumergirnos; es sencillo comprender también, que se debe hacer para comenzar a emerger, no? 

¡Hay que expulsar con presión el contenido de los compartimentos! ¡Hay que desandar el camino a las profundidades! Hay que, como mínimo (y lejos de intentar ser abarcativo):

* “Regular el mercado cambiario y de capitales”. 
Hay que eliminar el atesoramiento de dólares indiscriminado (demanda irrestricta), volver a obligar se ingresen las divisas de nuestras exportaciones (nuestra oferta genuina) y no permitir la entrada y salida libre y sin condicionamientos de los capitales especulativos foráneos. Hay que “administrar la cotización del dólar” (variable clave de nuestra economía), no liberarla nunca más al antojo y beneficio de unos pocos poderosos; “eliminar la timba financiera” de los capitales golondrinas y “frenar la fuga de divisas”.
* “Administrar responsablemente nuestro comercio exterior”. 
Restringir importaciones de bienes terminados para reactivar nuestra industria y producción y mejorar, de paso, nuestro déficit comercial externo (para alejar aún más la “restricción externa” y cuidar nuestros dólares para destinarlos a insumos industriales necesarios y bienes de capital).
* “Determinar Tasas de interés razonables”. 
No fomentar la “timba” y poner al sistema financiero en beneficio del crédito productivo y del consumo y no de la especulación y recesión (como ocurre hoy a tasas, exclusivas para Bancos, cercanas al 70 % ¡una locura inconmensurable!).
* “Pesificar precios internos de alimentos, combustibles, energía, gas, agua, etc.” 
Los argentinos debemos pagar por nuestros alimentos, nuestro petróleo y sus derivados, etc., los pesos necesarios (¡no dólares!) para cubrir el costo de producción/extracción/distribución, etc., más una rentabilidad razonable para las empresas que cultivan la tierra, producen alimentos y a las cuales les otorgamos la concesión de explotar nuestros recursos naturales.
* “Reconocer el default de la deuda externa tomada.” 
Se debe declarar la cesación de pagos de deuda externa tomada de manera irresponsable y exponencial. Es inconcebible que, encima de que gran parte de la misma fue desfalcada (¡se fugó!, ¡desapareció!), su repago y condicionamientos condenen a la miseria, a la pobreza e hipoteque el futuro de todo el pueblo argentino. Si se la reconoce a pesar de la estafa y del desfalco; hay que reprogramar sus vencimientos, determinar las quitas necesarias y recalcular a la baja los montos de los intereses; que no asfixien y condenen el crecimiento de nuestra economía y el bienestar de toda la población (que los acreedores internacionales asuman también, su parte de irresponsabilidad y complicidad).
* “Recomponer el salario real y fomentar el consumo interno (principal componente de nuestro P.B.I.)”. 
Hay que promover paritarias libres y empoderar el ingreso de toda la población; una manera sería disminuir al máximo el pago de los inconmensurables intereses de la deuda y elevar los presupuestos de todas las áreas que garantizan derechos mejorando el salario de todos y fomentar al máximo la inversión pública y privada (lo inverso a la que hoy se hace; ajustar sin piedad, bajo el lema de “déficit -primario- cero”, para pagar deuda e intereses permitiendo el “déficit -ilimitado- financiero”).
* Etc., etc., etc. (continúen Uds. si lo desean).

 

“Un submarino celeste y blanco”

A estas alturas es dolorosamente claro y evidente el rotundo fracaso del modelo económico (otra vez) implementado por esta 2da. Alianza “Cambiemos” (formada entre Radicales UCR, Propuesta Republicana PRO y Coalición Cívica ARI), no existe (sin exagerar un ápice) ¡un solo! indicador o variable económica que no se haya deteriorado fuertemente; siendo su corolario final, la pérdida de calidad de vida y derechos esenciales de todos y el incremento de la exclusión social, pobreza y miseria de millones. 

Ojalá que de las próximas e inminentes elecciones presidenciales surja electo un candidato que tenga el apoyo, la capacidad, experiencia, convicción y el coraje de torcer el macabro destino (hacia las abismales profundidades) al que nos arrastró el “submarino amarillo Pro” y logre con una firmeza inquebrantable enfrentarse a los poderes fácticos cómplices y representar el interés de las mayorías del pueblo argentino (sobre todo de los más vulnerables y excluidos por este modelo). 

Ojalá pronto; se pinte el “submarino amarillo”, de un celeste y blanco intenso. Ya que corremos serio riesgo de implosionar en cualquier momento; porque difícilmente el casco del mismo pueda seguir resistiendo (no 4 años más, siquiera hasta fin de año), la “presión Pro”. 

Hay que aguantar, tener fe y confiar en el instinto de supervivencia de todos. Hasta la próxima.

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Comentarios

8/4/2019 | 11:59
#149006
Muy bueno el analisis y la comparacion con el submarino amarillo y por ultimo el mensaje esperanzador!!
8/4/2019 | 11:58
#149005
Muy buenobel analisis y la comparacion con el submarino amarillo., y por ultimo el mensaje esoeranzador!!

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