El día de ayer se conmemoró una vez más el Día del Niño en nuestra república. Sin embargo, en los tiempos que corren, ¿podemos llegar a sostener que todos los niños del país realmente festejaron o disfrutaron de su día? La respuesta es contundentemente negativa.
En la Argentina hoy en día existen aproximadamente 5 millones de niños pobres y 1 millón en situación de indigencia. Sin dudas, muchos de estos niños no pudieron tener su día o quizás ni se enteraron de él. ¿Es ello aceptable? ¿Podemos seguir mirando para otro lado mientras nuestro futuro se diluye con estas generaciones de niños sin oportunidades? ¿Hasta cuándo el país va a seguir tolerando la vulneración de derechos a los más vulnerables?

Unicef habla en estos tiempos de niños que sufren migraña por el hambre que pasan, también de niños con diarrea por comer de la basura o de niños con problemas respiratorios y de piel por vivir en la calle, o que se encuentran en una elevada situación de estrés y angustia por escuchar a sus padres lamentarse por la falta de trabajo, o de niños enfermos a quienes sus padres no pueden proporcionarles los remedios necesarios para su tratamiento. Evidentemente estos niños y niñas no pudieron festejar su día, como realmente tienen DERECHO.

El país día a día genera mayor cantidad de pobreza y, como consecuencia de ello, cada vez más niños ven imposible el acceso a sus derechos elementales; por supuesto que el de festejar y disfrutar de su día es uno de ellos. Sin embargo, no se trata sólo de que en el Día del Niño se los agasaje simplemente con un regalo, sino el de tomar conciencia de que ellos son nuestro único y real futuro, darles esperanzas de que ese futuro será de felicidad y con posibilidades, dejarles un país donde puedan desarrollarse y sentar sus bases como familia y al que se sientan orgullosos de pertenecer y de querer permanecer sin buscar esas posibilidades de desarrollo en otros países; se trata de que el Estado comience a priorizar lo que debe realmente priorizar, que es el bienestar de nuestra infancia, simplemente porque el día del niño es todos los días para un Estado que está en absoluta deuda con una gran parte de su infancia y que no sólo vulnera sus derechos básicos fundamentales sino que incurre en un trato cruel, inhumano y degradante, siendo ello inaceptable para un Estado que se jacta a diario de democrático de derechos.n