Director de diario El Esquiú.com, me dirijo a usted a los fines tenga a bien publicar en su diario la siguiente nota.

San Fernando del Valle de Catamarca, 15 de enero del 2021
Señor Ministro de Seguridad de la Provincia de Catamarca
Dr. Gustavo Aguirre

De mi mayor consideración:
En primer término estimo necesario destacar su formación de profesional en Derecho, el espíritu democrático y de Concepción y Práctica de Gestiones en la función pública de Ud., como también del Gobierno al cual pertenece, elegido por las mayorías de nuestra ciudadanía.

Expreso lo anterior para que se comprenda el sentido de la presente, que hace quizás a un exceso de quienes tienen responsabilidades en un área que me afectó como ciudadano catamarqueño, no digo de mi trayectoria como docente, ni en los distintos cargos que la democracia ame permitió ejercer.

Con fecha 15 de enero del presente año, como es habitual, ingresé a un reconocido hotel de nuestra provincia a tomar un café en la barra del bar. Destaco que el día anterior lo hice con mi esposa y días interiores, para ver partidos de fútbol, en el mismo lugar y quizá la misma hora.

Es importante mencionar que cuando ingreso, estaba el Señor Brizuela, que generalmente cumple funciones de protocolo y/o de seguridad, de funcionarios, inclusive del Señor Gobernador Licenciado Raúl Jalil.

En un momento se presenta una personal de civil, que se identifica como Jefe de la Comisaría 5ta., que en forma correcta y amable me pregunta si yo era el Profesor Nicolás Quiroga. Le expresé que sí, y en una primera instancia me reconoce como exrector del Colegio Padre Ramón de la Quintana. 

 En el bar y en el comedor deben haber estado más de 20 personas, todas cumpliendo con los protocolos de rigor. Pero únicamente es a mí a quien se dirige, diciéndome que debía retirarme porque estaba previsto que allí cenara el ministro de Educación dela Nación, Nicolás Trotta. Lo que me llama la atención es que únicamente quien escribe la presente fue notificado de lo mismo.

Respondo que de ninguna manera e inclusive llamo a los mozos del bar, quienes atestiguan que es a diario mi presencia en el bar del hotel; tema que es comprendido por los oficiales de policía y piden las disculpas del caso.

En esos instantes, pasa el Señor Brizuela, y delante de los Jefes Policiales expreso “si había cumplido con algún objetivo personal”, porque reitero, fui el único ciudadano notificado de la situación.

Estimo conveniente que Usted, como Ministro de Seguridad de la Provincia, tome conocimiento de un hecho que afecta la moral política de un ciudadano de Catamarca, en su condición de docente e historia democrática como docente y militante de la misma.
Asimismo, presentaré la correspondiente denuncia, porque considero un avasallamiento a mi libertad de conducirme en mi vida personal e incluso familiar, social en nuestra Provincia. 

Profesor Nicolás Quiroga