HOY: CARLOS ÁLVAREZ
Piloto y director de Aeronáutica de la Provincia

Volar para servir. Servir para la vida. Lejos de caer en la telaraña que cayeron los políticos nuestros cuando se conoció la decisión de comprar por parte del Gobierno Provincial un nuevo avión sanitario, nos acercamos a la dirección de Aeronáutica para conocer un poco más de su actividad. Hablamos con un piloto que a su vez es el director del área. De sus sensaciones. De sus alegrías y sus lamentos. De los que levantan vuelo siempre con la esperanza de acortar distancias y llegar a tiempo para que un niño prolongue su vida por muchos años más. De los que llevan a la mamá y a su hijito desde un punto lejano de nuestro interior a ese inmenso Buenos Aires, sin que siquiera hayan conocido la Capital catamarqueña. Con Carlos Alberto Álvarez no dialogamos del precio del avión nuevo que viene. No era el motivo de nuestro encuentro. Charlamos sobre la importancia de salvar una vida. Y que, precisamente, ninguna actitud de servicio tiene precio cuando de salvar una vida se trata. Carlos Alberto Álvarez es, en definitiva, el protagonista del Cara a cara de este domingo.

- ¿Cuántos aviones sanitarios tiene actualmente la Provincia?
-Actualmente contamos con dos aviones que se usan para vuelos sanitarios. Tenemos un tercer avión que es el Metro III, que estamos por ponerlo en vuelo en breve; resta solamente conseguir los repuestos que hacen falta para el motor. Cabe aclarar que de los tres aviones que tenemos hoy, hay uno solo volando; de los otros estamos esperando conseguir los repuestos, son aviones que tienen sus años.

- El nuevo avión que compró la provincia, el generó tanta polémica, ¿ya está disponible para prestar servicio?
- No, todavía no. Estamos esperando: es un avión de última generación, como los que tienen la mayoría de las provincias argentinas. Con capacidad para nueve pasajeros, la tripulación (piloto y copiloto) y tiene capacidad con figuración de vuelo sanitario para dos camillas.

- ¿Se hacen vuelos de cabotaje de carácter sanitarios?
- No. Vuelos sanitarios de cabotaje no se hacen. Se hicieron durante varios años a todo el interior, pero a la hora de las inspecciones hacía falta mucho dinero para ponerlos en funcionamiento. De hecho, quedaron muchos aviones nuestros, y por mucho tiempo, fuera de servicio y tirados en algún aeropuerto. Se brindaba un servicio a la sociedad, pero no se podían mantener las máquinas en perfecto estado.

- ¿Desde cuándo es piloto?
- Soy piloto de la dirección de Aeronáutica desde hace 37 años y hoy estoy ocupando el cargo de director desde febrero del año pasado. La dirección fue ascendida a secretaría y el secretario es Claudio Saragusti, otro piloto de Catamarca.

- ¿Con cuántos pilotos cuenta el área?
- En estos momentos somos cinco pilotos. Y no es un número suficiente porque normalmente se requiere por cada avión dos tripulaciones. De todos modos, vamos rotando para estar siempre con lo justo y necesario.
- El nuevo avión que va a llegar, ¿es también para el traslado de pacientes de alto riesgo?
- Efectivamente. Tiene un sistema especial para el traslado de pacientes: oxígeno, aire a presión, personal profesional de la salud. Nosotros somos un eslabón más de todo lo que es el traslado sanitario. Por ejemplo: quienes inician el trámite son la obra social (OSEP), o la Dirección Provincial de Medicina Social Integral (Dipromesi), Acción Social o la obra social que contrate el vuelo, la Maternidad. Después viene la parte administrativa nuestra, la que genera que nosotros podamos salir, coordinando todo lo atinente previo a un vuelo. Luego interviene el SAME con el traslado del paciente al aeropuerto y luego se produce el traslado por nuestra parte hacia un centro de mayor complejidad, que generalmente es a Córdoba o Buenos Aires. A Buenos Aires, en un 80% de los casos. Cuando me refiero a la dirección de Aeronáutica, hago mención a todo un equipo: mecánicos, pilotos, administrativos.

- El área de Aeronáutica se nutre de un recurso humano que tiene una enorme vocación de servicio.
- Absolutamente. Aquí se trabaja las 24 horas de los 365 días del año. Todo el grupo humano de la dirección es realmente extraordinario.

- En este tiempo presente, ¿cuántos vuelos de emergencia se realizaron?
- En los últimos siete días (esta entrevista se realizó el pasado martes en horas de la tarde) hicimos tres vuelos sanitarios trasladando bebés. Se hizo el doble de vuelos de los que se realizaron el año pasado. Para que tengan una idea: entre 2019 y 2020 hicimos 100 horas de vuelo, en tanto que entre 2020 y 2021, hicimos 200 horas de vuelo. El 90 % son vuelos de traslados de pacientes de alto riesgo. Uno de los casos más conocidos es el de Nicole Funes, que regresó el sábado 13. Recuerdo que la llevamos muy grave el año pasado. Está el vuelo llevando a la chiquita Esperanza Casas y también llevamos a un paciente quiquitito, de tres días de vida, a poco de haber nacido. El pequeño es Oscar Blanco, que lo llevamos al (hospital) Garrahan de forma urgente.

- Hay viajes con regresos con suerte, y hay otros que no.
- La mayoría, gracias a Dios, regresan bien y hasta lo hacen por otros medios. Pero lamentablemente hay casos de pacientes que no regresan. Esto es durísimo porque uno toma contacto con los familiares y se genera un vínculo muy especial. Esa es la parte triste.

- La parte buena debe llenarlos de satisfacción.
- Es la mayor satisfacción: cuando los llevamos y los traemos sanos, curados.
- Habrá escuchado más de una vez la frase “se nos murió en el camino” cuando trasladan en ambulancia a un paciente de un lugar lejano del interior provincial a la Capital.
- Es de imaginar el traslado de un paciente desde Belén a la Capital en ambulancia, en un estado delicado; es realmente de terror, muy complicado. En cambio, en un avión sanitario, tenemos 45 minutos de vuelo. Si un paciente tiene que ser trasladado desde Antofagasta de la Sierra, tarda una hora por avión, cuando por tierra se tarda muchas horas, porque encima hay que venir a una velocidad moderada. Catamarca es una de las pocas provincias que tiene pistas en casi todo el interior, especialmente en el Oeste. Se está analizando ahora hacer una nueva pista en Recreo, con lo que se cubriría todo el Este.
- ¿Hay plena conciencia que de vuestro servicio depende, en algunos casos, la vida de una persona, que tienen un alto compromiso con la sociedad?

- Sí, sí, totalmente. Por eso le ponemos todas las ganas, profesionalismo y los mejores afectos a cada vuelo. Nos preparamos constantemente para brindar el mejor de los servicios. Los vuelos que hacemos ahora son en un corto tiempo, pero podemos acortar los tiempos aun más con el nuevo avión. De dos horas veinte minutos podemos hacerlo una hora y quince minutos, para que el paciente llegue a un centro de mayor complejidad.

- ¿Le ha tocado recientemente ser el piloto de un vuelo de emergencia?
-  Sí. En el caso de la chiquita Nicole Funes, de 5 años, por ejemplo. Fuimos con Claudio Saragusti. Para nosotros, todos los vuelos sanitarios representan una emergencia. Todo el equipo del área está preparado a toda hora y están dispuestos siempre a prestar el mejor servicio.

- Imaginamos la alegría de Nicole y su mamá cuando regresaron a Catamarca.
- Fue tremendo. La alegría de la madre, Verónica Funes, la alegría de Nicole después de estar allá un año de tratamiento, tiempo en el cual tuvo Covid-19. Bueno, fue muy emocionante (con inocultable emoción lo dice). Cuando fuimos a buscarla en el Garrahan, estaba vestida con el traje de la “Mujer Maravilla”. ¡No podía ser otra vestimenta más adecuada al momento! Fue muy emotivo, porque Nicole es muy dada y muy conversadora. Nos contó muchas cosas vividas en el Garrahan. Son momentos muy felices, porque además siempre estamos en contacto con los familiares: previo al vuelo y después para saber cómo evoluciona el paciente. Se genera un vínculo muy especial. Hemos tratado con gente del interior que llegaba a Buenos Aires sin siquiera conocer la Capital catamarqueña. Y eso es muy fuerte.

- Cuando el paciente ya está internado en Buenos Aires, ¿quién se ocupa de la familia?
- Aquí hay un gran equipo de nuestra dirección, y allá hay otro equipo: gente de la Casa de Catamarca en Buenos Aires. Están los asistentes sociales que le brindan contención a los familiares, ayudarlos en los trámites de la obra social y de alojamiento.
- Y está la parte dolorosa, la más triste.

- Lamentablemente está la otra parte: los que fueron y no tuvieron la suerte de volver. Es muy doloroso.
- La consigna del área de Aeronáutica es entonces ¡siempre listos!
- Sin lugar a dudas. Estamos de guardia permanente y cuidamos mucho de nuestra salud.
- ¿Le ha tocado vivir una experiencia como piloto que lo haya marcado para siempre?
- Sí… pero antes debo decir que todas las pérdidas de seres humanos nos duelen profundamente. En cuanto a tu pregunta: trasladando pacientes, en dos oportunidades han fallecido amigos míos en vuelo producto de crueles enfermedades, y eran muy jóvenes. También cuando veo que se mueren criaturas… Se te parte el alma. Muchas veces nos hicimos un lugarcito para llorar un poco y después subir al avión y a seguir viaje. Esto es así.

- Lo positivo de todo esto es que la dirección de Aeronáutica está en condiciones de prestar un buen servicio.
- Gracias a Dios, sí. Y día a día tratamos de mejorar la calidad del servicio. Además, nos preparamos con muchas expectativas para cuando llegue el avión nuevo: un Leard Jet 75, similar al que tienen San Juan, Salta (tiene dos) o Santiago del Estero. Catamarca tuvo un atraso muy grande en materia aeronáutica en los últimos años, todas las provincias avanzaron y nosotros nos quedamos en la prehistoria. Estamos cerca de estar acorde con el avance de las demás provincias.
- ¿Comparte sus sentimientos con la familia?
- ¡Sí! Esto es así: llego a casa contento o llego triste. Todo lo comparto con mi señora y mi hija: las alegrías y los sufrimientos. Cosas del trabajo y de la vida misma.
 

Algo personal 

-Nombres y apellido: Carlos Alberto Álvarez.
-Edad: 59 años.
-Esposa: Estela Porcú.
-Hija: Sofía (estudiante de Bioquímica en la Universidad Nacional de Córdoba).
-Mascota: Su perro “Bruno”.
-Estudios: Primarios y secundarios en la “Fray”.
-Profesión: Piloto. “La primera parte de la carrera la hice en Catamarca, en el Centro de Instrucción de Vuelos, donde actualmente soy presidente y también instructor. Después hice estudios en Salta y luego en el Instituto Nacional de Aviación Civil”. También tiene formación en el exterior.
-Deportes: “Fanático del Mountain Bike. Lo practico desde siempre. Formo parte de un grupo y eso nos mantiene en actividad. Respecto del fútbol, simpatizo con Boca Juniors, pero no le doy mucha importancia”.
-Hobby: “Las motos, me encantan”.
-Personaje destacado: “Raúl Bertero. Un expiloto de la dirección de Aeronáutica, a quien tuve desde chico como un gran ejemplo, por las cosas que hizo. Realmente lo admiro”.