Desde la bancada periodística

Distintas provincias, el mismo método

sábado, 10 de abril de 2021 01:44
sábado, 10 de abril de 2021 01:44

Los principales referentes de Juntos por el Cambio procuran abrirse camino en la sociedad para volver a competir electoralmente luego de la debacle de la gestión encabezada por Mauricio Macri.

La tarea no es sencilla, porque la sociedad tiene demasiado fresco el recuerdo de cuatro años de pesadilla, años gloriosos para cierta cúpula del empresariado vinculado al poder, pero desastroso para los trabajadores, las economías hogareñas, la industria nacional, el comercio y las cuentas fiscales, que quedaron endeudadas por un siglo.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional hundió al país, y los miles de millones de dólares que llegaron en forma de préstamo, se fugaron sin dejar un solo beneficio para la población.

La gestión macrista en materia económica no resiste mayores análisis. Cada promesa y cada aseveración se desplomó por el propio peso de la realidad, hasta desdibujarse en el ridículo.

Los Messi de la economía, el mejor equipo de los últimos 50 años, el segundo semestre, la lluvia de dólares, la teoría del derrame, los brotes verdes, el Plan Belgrano, bajar la inflación es lo más fácil, prueba y error, si el dólar se acerca a 16 pesos estaremos haciendo las cosas mal... y cada uno de los emblemas discursivos se estrellaron como un boomerang en la boca de quien los pronunciaba.

Juntos por el Cambio se llama así porque la alianza Cambiemos gobernó tan mal que debió pintarse la cara y ponerse otro nombre para buscar un segundo mandato: así de profunda fue la desacreditación que sufrió en el poder.

Es por ello que ni el más audaz de los macristas tiene la osadía de poner sobre la mesa el tema económico, aun cuando Alberto Fernández tiene serios problemas, agravados por el escenario de pandemia.

El otro caballito de batalla, la corrupción, tampoco guarda el esplendor de hace un lustro. Causas fabricadas, espionajes, manipulación judicial y un enorme caudal de denuncias se acumulan sobre los hombros de funcionarios amarillos, con suficiente nitidez como para obligarlos a abandonar en su proclama las banderas de la honestidad y la transparencia.

Nuevo camino

Pero las elecciones están a la vuelta de la esquina y algo deben decir. Entonces se aferran ahora al discurso de la defensa de los derechos humanos y las libertades.

Desmoronado el ataque inicial a las vacunas, que primero denunciaron como veneno y ahora reclaman con pasión, buscan alimentar el malestar social interpretando cada medida de prevención como un ataque a la República.

El mundo entero retorna a las restricciones de circulación para intentar frenar el coronavirus, pero aquí, lejos de acompañar las medidas, se denuncian atropellos a las libertades y agresiones a derechos constitucionales. No importa que Argentina se acerque a los tres millones de contagios, que el mundo se acerque a los tres millones de muertos y que idénticos problemas se presenten en cada rincón del planeta.

El problema que encontraron es que el rechazo a la cuarentena y el lógico hastío por las limitaciones se no tradujeron en rechazo al Gobierno; porque la amenaza del virus es palpable y -aunque no le guste- la mayoría de la sociedad entiende lo que ocurre.

Entonces decidieron ir un paso más allá, en una campaña por emparentar todo gobierno provincial no alineado con el discurso opositor con el horror, la dictadura y el salvajismo.

Legisladores nacionales de Juntos por el Cambio se ocupan de hacer el trabajo. Llegan a una provincia y al día siguiente reclaman la intervención.

La táctica que funcionó en Catamarca hace 30 años, se vuelve a emplear una y otra vez.

Hasta hace unos días el epicentro de la barbarie era Formosa, ahora es Santiago del Estero: idéntico discurso, idéntico pedido, idénticos denunciantes.

La carroña y la búsqueda de provecho político a partir de la muerte gozan de plena vigencia: cada muerto es una oportunidad.

Juntos por el Cambio, que tiene en sus filas varios exfuncionarios de la dictadura bien posicionados, de pronto se presenta como defensor de los derechos humanos y las garantías institucionales.

                                                                                                        

Golpe de timón

Enhorabuena que se interesen por el tema, aunque claramente revela un cambio de postura, porque se trata de la fuerza que consideraba un “curro” esta clase de reclamos.

A mediados del 2016, el presidente señaló que no tenía “idea si fueron 9 mil o 30” los desaparecidos, porque la cuestión numérica “es una discusión que no tiene sentido”. Macri criticó la política de derechos humanos del kirchnerismo.

El bloque de diputados del PRO difundió una controversial foto en el Día de la Memoria del año 2017 con la consigna: “Nunca más a los negocios de los derechos humanos”. La frase hizo una tácita alusión a un comentario de Macri de antes de ser elegido presidente, cuando aseguró que de llegar al poder terminaría con el “curro” de los derechos humanos.

 Fue el Gobierno de Macri el que pidió la excarcelación de Alfredo Astiz, uno de los emblemas de la represión ilegal, al incluirlo en un listado de presos en condiciones de salir de la cárcel.

“En la Argentina no hubo 30 mil desaparecidos”, afirmó Darío Lopérfido, entonces ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. “Esa cifra se arregló en una mesa cerrada” para “conseguir subsidios”, apuntó.

En marzo de 2016, apenas iniciada la gestión de Cambiemos, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, se mostró favorable a extenderle el beneficio de prisión domiciliaria a los culpables de delitos de lesa humanidad mayores a 70 años.

La cifra sobre la cantidad de desaparecidos volvió a involucrar a Avruj en marzo del 2017. El secretario de Derechos Humanos manifestó que “hay símbolos, lugares comunes consagrados que uno tiene que respetar. 30 mil fue una construcción, de una búsqueda de verdad y justicia. Pero del otro lado, tenemos que saber cuáles son los datos reales.

Frente al polémico fallo de la Corte Suprema de Justicia que abría el margen para reducir a la mitad las condenas a los responsables de delitos de lesa humanidad (fallo 2x1), el Gobierno intentó en un primer momento justificar la nueva doctrina. “Tenemos que ser respetuosos, es un fallo de la Justicia, de su máximo órgano”, apuntó Claudio Avruj.

A principios del 2017, Juan José Gómez Centurión, entonces director de la Aduana argentina, negó que durante la última dictadura haya habido “un plan sistemático para desaparecer personas ni un genocidio” y cuestionó también el número de desaparecidos. “No es lo mismo 8.000 verdades que 22.000 mentiras”, sostuvo. Unos meses después pasó a ser vicepresidente del Banco Nación.

A fines del 2016 el Gobierno dispuso que el 24 de marzo, Día de la Memoria, pase a ser un feriado móvil con el fin de apuntalar al turismo con un nuevo feriado largo.

Mezcla explosiva

Hoy el interés es otro, y las cruzadas por los derechos humanos tienen escenarios provinciales, en los que el demonio de turno toma el rostro de los adversarios de Juntos por el Cambio.

Así sucedió en la última reunión en Santiago del Estero, donde uno de los organizadores de la movida fue el exrepresor Rubén  Alberto “Cani” Vivas.

Vivas, también conocido como “Poroto”, tiene 49 años de edad y ostenta frondosos antecedentes penales que culminaron en el 2002 con su exoneración de la policía santiagueña tras ser involucrado en el robo de un cargamento de cigarrillos, CD´s s y sustracción de postes, en compañía de otros funcionarios policiales. Asimismo, integró las filas del grupo de tareas del represor Musa Azar, ex jefe de Inteligencia y comisario santiagueño procesado por el doble crimen de La Dársena y el ex secretario de Seguridad, Jorge D’Amico.

En la promoción de las actividades, a las que se sumó el diputado nacional por Catamarca Rubén Manzi, se promocionaba la convocatoria con fotos de María Soledad Morales.

Gestos recurrentes, métodos que se repiten, y la desesperada necesidad de convertir féretros en herramientas proselitistas, cuando los demás recursos políticos parecen haberse esfumado.

El Esquiú.com

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Comentarios

10/4/2021 | 21:27
#149006
Canallas, escorias... del libro de jugadas del extinto fcys. No saben hacer política de otra forma, son miserables capaces de mandar en cana a su madre por dos votos.

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