Columna de opinión por Rodrigo Morabito

Naturalización de la pandemia

lunes, 26 de abril de 2021 01:33
lunes, 26 de abril de 2021 01:33

En estos últimos meses en donde la pandemia por Covid-19 parece azotar fuertemente a la República Argentina (de la que Catamarca no es la excepción) aún sigue discutiéndose la forma en que debemos cuidarnos y evitar contagiarse y contagiar a otras personas. 


Ahora bien, la pregunta que ronda o debería rondar e interpelarnos en estos tiempos es ¿estamos naturalizando a la pandemia? una respuesta inmediata debería llevarnos a una terminante negación de ello. No deberíamos jamás naturalizar una situación que no solo afecta la salud, sino que, además, provoca la muerte de muchas personas cotidianamente. A pesar de ello, “el hombre es un lobo para el hombre” (Thomas Hobbes). 


¿Cuánto no está afectando las muertes que a diario se producen? o ¿Simplemente es un número más como cualquier otra estadística? ¿Hemos naturalizado la muerte?


Sin dudas que uno de los derechos fundamentales del ser humano es el derecho a la vida, no obstante, ese derecho es protegido con énfasis en algunas ocasiones (por ej. cuando se discutía la legalización del aborto) y, en otras, es minimizado o prácticamente ignorado (vgr. la situación de los contagios masivos y las muertes que se producen). 


La salud como un derecho humano fundamental, debe ser protegida por todos los Estados, considerando el derecho humano a la salud como un derecho de carácter inclusivo. Todas las personas sin excepción, tienen el derecho a acceder a intervenciones que les salven la vida. Sin embargo, si no existe responsabilidad social, los sistemas de salud colapsarán y por más voluntad y esfuerzo estatal que exista, ya no solo la salud estará en juego sino la vida y, la vida, es un derecho humano que debe ser protegido en todos (absolutamente todos) los casos. 


Así mismo, se salvarán muchas vidas si las personas cumplimos con los cuidados exigidos y las obligaciones impuestas. No todo es obligación del Estado, el ciudadano también cumple un rol fundamental, sin embargo, muchas veces el comportamiento social tiene contradicciones inentendibles. Nos horrorizamos cuando vimos en los medios al personal de salud quebrado psíquica y moralmente (aun hoy en día así se encuentran, agotados) y rogamos que no nos tocara pasar por tan difícil, lamentable y triste momento. 


Llegar a no contar con los elementos para atenuar el sufrimiento humano y no salvar una vida que puede salvarse es claramente una ofensa inadmisible al derecho a la vida.


Los ciudadanos, debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad y conciencia en tiempos tan difíciles y complejos como los que nos toca vivir y, asumir de una vez por todas que no solo nuestra vida y la de nuestros seres queridos sino la de todos, depende del comportamiento, responsabilidad y compromiso de cada uno de nosotros.

(*) Juez de Responsabilidad Penal Juvenil. Profesor de Derecho Penal II (UNCA). Vocal Titular de la Mesa Nacional de Asociación pensamiento Penal. Miembro de Ajunaf. Miembro de la Red de Jueces de Unicef.

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