La llegada de Luis Miguel a Argentina marcó la agenda del  mundo del espectáculo, no solo por el peso específico de una figura internacional de la magnitud del cantante mexicano, sino también por diferentes rumores e historias que se desprendieron con su incursión.

El cantante romántico, quien estuvo alrededor de 20 días en el país, fue el centro de atención en primera instancia por su llamativo estado físico, con un notorio cambio en su composición corporal que hizo estallar más de una polémica.

Luego del primer recital, fueron innumerables las especulaciones que iban desde una patología hasta las versiones que sostenían que Luismi no estaba en el Movistar Arena sino que los protagonistas eran dobles.

Desde un entorno más cercano al artista confirmaron que el mismo continúa con un tratamiento que lo hizo bajar 20 kilos y que tiene que ver con una dieta de ayuno intermitente que hace mella en el metabolismo para, finalmente llegar al peso deseado.

Pero al margen de las versiones que ponían en duda si era el real cantante de boleros, la convocatorias a los diez show fue superlativa, con estadio lleno en cada una de las presentaciones, llevando adelante una recaudación poco convencional para el presente económico del país.

El mega evento de la estrella mexicana rompió absolutamente todos los récords desde lo numérico. En solamente un día se llegaron a vender nada más y nada menos que 110 mil entradas, algo que nunca sucedió con otros artistas que pasaron por el Movistar Arena.

Según trascendió en los medios, con los 10 shows agotados, el cantante cobró 1.800.000 dólares por cada uno, superando la marca de su gira en 2019 donde había recaudado alrededor de un millón por presentación.

Por lo pronto, Luismi cerró su incursión en el país donde no faltaron polémicas, rumores y otros matices que le dieron color y calor al invierno, además de confesar sus intenciones de volver en marzo del año próximo.