Bajo la consigna “No nos callamos más”, estudiantes del CEF Quintana se manifiestan frente a las puertas del Colegio Quintana, en calles Rivadavia y Esquiú.

Una denuncia por grooming al docente de religión, Gabriel Olivera, desató una ola de escraches que apuntan a profesores, preceptores y frailes de esa institución y de otros colegios de la provincia. 

En redes sociales, salieron a la luz testimonios de situaciones de acoso sexual, entre los casos que se detallan, acusan a un docente de tocarles la cola a las alumnas, además de intentar contactarlas por sus redes sociales. También, un religioso fue acusado de manosear a niños y tras las quejas de padres, habría sido trasladado a otra institución.

Otro docente fue expuesto por mirar películas pornográficas frente a sus alumnos y se menciona asimismo, a un preceptor por hacer sentar a las adolescentes en sus piernas.

Si bien la denuncia penal ha sido en respuesta a un solo caso en particular, esta generó una avalancha de reclamos, que se hicieron sentir en las redes sociales y por mensajería instantánea en la jornada de ayer.