Uno de los grandes momentos que se dio en Gran Hermano fue el ingreso de los perritos Mora y Caramelo, que llevaron ternura a una casa tensionada en los momentos de definición. Pero el tener mascotas también conlleva una responsabilidad que se potencia en la casa más famosa del mundo, ante los ojos de todos.

La noche del viernes, hubo un nuevo episodio que asustó a los participantes y a los televidentes que seguían el programa en vivo y en directo. Justamente la perrita Mora empezó a gritar en muestras de dolor evidente.

Alertados por los gritos, la primera en acercarse fue Lucila “La Tora” que, al momento de alzarla, agudizó las muestras de dolor de Mora: “Le estoy tocando la panza y grita, así que le debe doler me parece”. Marcos agregó: “Es la patita”.

El episodio salió en vivo y en directo en el debate conducido por Robertito Funes quien tomó la posta, luego que cortaran la transmisión desde adentro de la casa para que un veterinario pudiera asistir a la pequeña. Finalmente el conductor fue quien llevó tranquilidad a los televidentes, comentando que la mascota ya estaba siendo atendida.

La polémica en torno al cuidado de los dos pequeños integrantes data desde su ingreso, cuando Santiago Del Moro y el mismo Gran Hermano fueron claros y reiterativos en la importancia de los cuidados pero, no es la primera vez que los invitados están en riesgo.

El hermanito de Mora, Caramelo, también fue protagonista de un  momento que paralizó los corazones de los seguidores por el riesgo de una situación en la pileta que, de casualidad, no pasó a mayores.

El cachorro color café cayó a la pileta y fue Camila la que se dio cuenta cuando el perrito ya no podía sostener su cuerpo por fuera del agua, corriendo un riesgo real de ahogarse de no ser por la participante que llegó justo a tiempo.

La polémica ya está planteada en las redes, donde los seguidores del reality exigen que los perros sean sacados de la casa, principalmente para cuidar su integridad física.Algo que volvió a estar en riesgo.